La Agricultora
Una mujer llamada Laura que no le
importaba casi nadie vivía con una cara de amargura y era casi imposible que se
disculpará con alguien, aunque supiera que le había causado daño a alguien.
Un día Laura fue a visitar a sus padres que
vivían en un pequeño pueblo en el norte, Laura tenía muchos años sin ver a sus
padres cuando llego, después de un largo viaje en auto lo primero que vio fue a
un hombre un poco mayor que ella parado en la puerta.
¿Quién eres? -dijo Laura
Soy Lucas y tu – dijo Lucas
Soy Laura la hija de Cecilia y Miguel
-dijo Laura
¡No te has enterado! – dijo Lucas
¿Qué pasó? -dijo Laura
Tus padres fallecieron hace un año -dijo
Lucas
Laura cayó desconsolada pues las únicas
personas que le importaba ya no estaban en este mundo, Lucas se tiro en el
suelo con Laura y la abrazó Laura se quedo sin aliento cuando sintió las manos
cálidas de Lucas sintió que el mundo se paralizaba en ese momento, pero lo que
más la desconcertó fue que como en medio de tanta tristeza y dolor pudo sentir
amor y más ella que nunca se había enamorado.
Los dos se pararon del suelo y en ese momento
Laura lo miró a los ojos y de pronto salió una mujer llamando a Lucas diciendo –
mi amor que haces.
Aquí estoy pilar-dijo Lucas
¿Quién es ella? -dijo Pilar
Es la hija de Cecilia y Miguel mis
padrinos-dijo Lucas
Mucho gusto en conocerte dijo Pilar a Laura
Mucho gusto también en conocerte dijo
Laura desanimada
Laura nunca había sentido tanta tristeza,
pero no sabia que le causaba mas dolor si la muerte de sus padres o que Lucas
su amor a primera vista estaba casado.
Entraron a la casa los tres y Laura no
solo se llevo la sorpresa de que Lucas estaba casado si no que también tiene
una hija.
Hola
niña como te llamas- dijo Laura
La niña muy tímida se quedo callada
Saludad a la señorita Laura – dijo Lucas
No pasa nada la comprendo ella nunca me ha
visto es normal ella no me conoce, pero por lo menos quiero saber su nombre-
dijo Laura
Claro su nombre es Miriam -dijo Lucas
Me puedo ir a mi cuarto papá-dijo Miriam
La niña se fue cogiendo al cuarto
Solamente voy a dormir esta noche aquí porque
esta oscureciendo y no puedo regresar a la ciudad -dijo Laura
Pero quien se va a encargar de las tierras
de tus padres-dijo Lucas
Usted se puede encargar ya que nunca se
molesto en llamarme para decirme por lo menos que mis padres habían muerto-dijo
Laura
No fue que no te quería llamar fue que no
pude por que no tengo el medio para comunicarme con usted -dijo Lucas
Mejor si me quedó porque lo que es mío
nadie me lo va a quitar-dijo Laura
Esa nunca fue nuestra intensión -dijo
pilar
Ya hablo la muda-dijo Laura
Pilar se quedó callada, pero con una rabia
comiéndola por dentro.
No le hable así a mi mujer-dijo Lucas
Vámonos la señorita debe estar tensa por
el largo viaje y mas después de enterarse que sus padres están muertos -dijo Pilar
Lucas y pilar se fueron a su recámara y
Laura se quedo sola en la sala, Laura ya comenzaba a demostrar su verdadera personalidad,
duro la noche entera llorando por sus padres, pero en silencio no quería que
nadie la escucharon llorar.
Al día siguiente antes que saliera el sol,
Laura ya estaba viendo las cosechas de la tierra de sus padres, aunque Laura no
sabia nada de la agricultura y le parecía un trabajo de campesinos, aunque ella
se había criado en el campo.
De
repente se acercó Lucas:
Tierras muy bellas estas -dijo Lucas
Si haz progresado-dijo Laura
No he progresado hemos progresado-dijo
Lucas
Me acuerdo como mi padre amaba ser
agricultor -dijo Laura
Ser agricultor es algo maravilloso sentir
que algo que cuidas con tanto amor da frutos y ver su frescura es algo
impresionante-dijo Lucas
Hablas como mi padre-dijo Laura
Mi padrino era mi ejemplo a seguir -dijo
Lucas
Se que no conviví mucho con mis padres por
que solo tenia quince años cuando me fui a la ciudad a vivir con mi tía y luego
que mi tía murió me quede allá porque ya tenía mi vida hecha, tenía un trabajo y me quedé en la ciudad,
pero quise volver a reunirme con mis padres y me encuentro con la noticia de
que fallecieron, pero se que mi padre era un gran hombre y mi madre una gran
mujer -dijo Laura
¿Sabes algo de agricultura? -dijo Lucas
En realidad, no se nada-dijo Laura
No hay problema te puedo enseñar todo lo
que se-dijo Lucas
Esta bien estoy segura de que serás un
excelente maestro-dijo Laura sonriendo
Laura y Lucas pasaron el día juntos Lucas
enseñándole el gran arte de la agricultura.
Llego la noche y era hora de cenar y
estaban todos reunidos en la mesa
Como te fue en la siembra le dijo Pilar a
Laura
Me fue muy bien gracias -dijo Laura
Laura se sorprendió de que pilar no la
tratara con indiferencia luego de la grosería que le hizo.
En el comedor nadie el trato mal hasta
Miriam la hija de Lucas y pilar ya no estaba tan tímida con ella.
Se levantaron de la mesa y cada uní se fue
a su respectivo cuarto
Laura ni podía sacarse de la cabeza a Lucas
y no podía entender como se enamoro tan rápido de el y además de un hombre
casado.
Laura no podía conciliar el sueño y fue a
tomar un baso de agua cuando bajaba la escalera recordó todos los momentos
felices y también los momentos tristes que paso, pero siempre con el apoyo de
sus padres.
Cuando llego a la cocina se encontró a
Lucas
No puedes conciliar el sueño -dijo Laura
No puede conciliar el sueño, pero veo que
usted tampoco- dijo Lucas
En realidad, me sorprende que ustedes me
traten también después de la grosería que le hice a usted y a su esposa -dijo
Laura
Se que usted estaba llena de tristeza y
dolor por la muerte de sus padres eso le hizo decir cosas que no creía se que
usted es una buena persona – dijo Lucas
No creo que sea una buena persona, y te
dejo voy a ver si descanso un poco y buenas noches -dijo Laura
Buenas noches y usted es una muy buena
persona
Laura se fue sonriendo
Pasaron los días y Laura cada vez se
enamoraba más de la agricultura y claro también de Lucas, pero ella sabía que
Lucas estaba completamente enamorado de su esposa y ella de el.
Laura pensó que confesándole la verdad a
Lucas tal ves con su rechazo podía olvidarlo y Laura mando a buscar a Lucas con
uno de los hombres que trabajaba ahí.
Me llamaste-dijo Lucas
Si quiero decirte algo -dijo Laura
¿Qué? -dijo Lucas
Se que seguro has percibido algo que
seguro te has dado cuenta, pero quiero decírtelo para ver si confesándole lo
que siento te puedo olvidar solo quiero decirte que simple y llanamente te
amo-dijo Laura
No se que decir-dijo Lucas
No digas nada sabes cada momento que
pasábamos juntos tenia la esperanza de que me confesarás que me amas como yo a ti,
pero soy feliz si tu lo eres con solo verte con sol oír tu voz soy feliz por
que no hay mayor satisfacción de saber que la persona que amas es feliz-dijo Laura
Laura, lo siento- dijo Lucas y se fue
Laura se de seccionó de Lucas pues ella le
abrió su corazón y el solo tuvo para decirle un lo siento lo único que la
mantenía arriba era el deseo que tenia de sacar adelanté las tierras de sus
padres.
Laura comenzó a pasar las veinticuatro
horas del día los siete días de la semana pensando en cómo cuadriplicar la
tierra de sus padres, pero le dedico tanto tiempo que se olvido de tener una
familia.
Pasaron
días, semanas, meses, hasta par de años, Laura quería que todas las ciudades y
hasta los países quisieran sus productos y lo logro se convirtió en unas de las
mejores agricultoras.
Pensar que inicié esto enamorada de Lucas
y ahora mi gran amor es la agricultura.
Fin.
Escrito por: Oscarlin López
El Barco Fantasma
Había una vez unos hermanos que se sentían
disgustados con su vida actual, por lo que decidieron mejorarla, un señor los
escucho y les dijo ‘‘hagan un barco’’ y los hermanos comenzaron a hacer un
barco de pesca para vender lo que consiguieran con el fin de obtener ganancias
y cambiar su vida. Varios años después su creación fue terminada y puesta a
flote. Tiempo después los hermanos murieron y el barco se convirtió en un barco
turístico en el que un día misteriosamente desapareció con todos los turistas
con él, las autoridades lo buscaron por aire y por mar, pero no encontraron
rastros de él. Luego de una semana el barco volvió al muelle sin rastros de
alguna persona consigo.
El
dueño del muelle le informo lo sucedido a la policía por lo cual su única
opción era mandar una patrulla de policías encubierto, los policías ya disfrazados
como turistas emprenden el viaje en el barco fantasma… Los policías encubiertos
se dieron cuenta de algo y ese algo era que nadie estaba conduciendo el barco,
los policías estaban asustados y lo único que podían hacer era seguir con el
viaje.
Luego
de varias horas de viaje los policías llegaron a un lugar, al llegar, los
policías quedan tan asombrados como aterrados al ver que todos los turistas
estaban allí, parecían estar vivos pero
sin alma… luego de este suceso los policías de aquel viaje
desaparecieron como los demás turistas y el barco como las otras veces volvió sin
nadie consigo… luego los policías y el dueño del muelle se dieron cuenta que la
única forma de encontrarlos era trabajando en equipo y seguir al barco por mar y por aire sin importar donde el barco fuera.
Cuando el barco volvió, el dueño del muelle lo
ata con ayuda de los policías. Al día siguiente el barco ya no estaba en el
mismo lugar de antes y estaba desatado.
Un
mes después el barco no muestra movimientos extraños como antes, por lo cual los policías deciden contratar a
un detective experto para investigar este misterio más a fondo.
Lo primero que hacen los policías es contarle
todo lo sucedido al detective, luego de haber escuchado atentamente, el
detective lo primero que hizo fue inspeccionar los hechos tanto como pudo,
también inspecciono el barco por dentro tanto como por fuera y decidió volver a
mandar a otra patrulla encubierto.
Los
policías no estuvieron de acuerdo con la idea del detective ya que ellos eran
los que salían afectados por no recuperar el resto de su equipo, el detective
les dijo:
- Esta vez no pasara lo mismo, pues los enviaremos
con algunos dispositivos de comunicación para que ellos le puedan contar lo que
veían.
Los
policías le explicaron que eso hicieron la ultima vez y que aun así no
encontraron a los turistas y que además de eso perdieron a una parte de sus
compañeros.
El detective lo pensó un poco más y llegó a la
conclusión de enviar otro barco junto con ellos, a lo que ellos dijeron:
- Es una buena idea.
Y
así lo hicieron. El detective les dijo:
- El barco extra navegara más alejado de
ellos para que el barco fantasma no se diera cuenta de su presencia, ya que el
detective se había dado cuenta de que el barco mostraba vida propia y una
manera de pensar como un ser humano.
Y así sucedió, los policías enviaron otra
patrulla encubierto y el otro barco extra, pero esta vez nada sucedió a excepción
de que el barco seguía conduciéndose solo, el detective y los policías hablaron
sobre el tema, cuando los policías dijeron que el barco fantasma siguió el
recorrido como un barco normal.
El
detective decidió contarles lo que descubrió sobre el barco y los policías se
quedaron sorprendidos al saber que el barco posee vida propia y la manera de
pensar de un humano.
Entonces Carlos, el dueño del muelle, le
expresa su opinión sobre el barco al detective y a los policías y les dice:
- Si
el barco tiene vida y una manera de pensar, de seguro descubrió nuestro plan y
decidió no ir a aquel lugar donde deja a los turistas.
El
detective junto a los policías están de acuerdo con la conclusión de Carlos por
lo que idean un plan en la que involucran un GPS para así rastrear al barco y
saber donde están los turistas realmente y si en verdad están como lo habían
descrito la primera patrulla que habían enviado.
Los policías esta vez no dudaron en mandar a
su patrulla encubierto para salvar al resto del equipo y a los turistas, el
detective dijo que pondrían cámaras en tiempo real, para ver lo que sucedía en
verdad y así poder resolver el caso como se debe, y pusieron en marcha el plan
pero cuando el barco se comenzó a alejar el GPS fue fallando hasta que perdieron
la ubicación del barco fantasma, el detective y los policías se quedaron
sorprendidos al darse cuenta de que el GPS fue desactivado manualmente, pero lo
que más los sorprendió es que ningún pasajero lo hizo ya que había una cámara
allí y no se visualizó nada.
Luego de este suceso tan extraño siguen
pasando otras cosas, una de ellas fue la desactivación de las cámaras y la
pérdida de comunicación con los policías encubierto, a causa de esto el
detective le pide un helicóptero al jefe de los policías para ir donde se había
desactivado el GPS, el jefe de policía accedió rápidamente a su petición, pero
al llegar a ese lugar ya no había nada, ni nadie a kilómetros a la redonda,
solo tenían dos opciones la primera era aventurarse a lo desconocido y la
segunda era volver y crear un nuevo plan.
Ellos
deciden seguir hacia lo desconocido a ver si logran encontrar el barco, y así
fue, lo encontraron, pero no encontraron a los turistas ya que el barco
desapareció en frente de ellos sumergiéndose en el mar.
Al
ellos ver este suceso, quedaron impresionados, el detective se dio cuenta de que entre más personas llevaba
más sucesos extraños pasaban y pensó que lo único que no había hecho era,
investigar acerca de los antiguos dueños del barco, luego se preguntó qué había
pasado con ellos y cómo fue construido este misterioso barco.
El detective fue directamente a donde Carlos
el dueño del muelle y le preguntó:
- ¿Qué había pasado con los antiguos
dueños del barco?
A
lo que Carlos contestó:
- Los antiguos dueños del barco murieron trágicamente
en un accidente automovilístico.
A
lo que el detective le hizo otra pregunta:
- ¿Cómo ese barco llego a su muelle?
Y
Carlos contesto:
- Un señor simplemente me lo entrego y
dijo que mi vida no sería la misma, a lo que Carlos no le dio mucha importancia
hasta ese día.
El
detective supo que la información no estaba completa por lo que le siguió
preguntando a Carlos y su siguiente pregunta dice así:
- ¿Quiénes hicieron el barco?
Y
Carlos contestó:
- No lo sé, creo que el único que puede
ayudarlo con esa investigación es el señor que me regalo el barco.
El
detective consulto a los policías para que Carlos les describiera la apariencia
del señor y así los policías lo pudieran buscar en los archivos y saber en
donde se encontraba este misterioso señor, Carlos lo describió de esta manera:
- El señor era alto, de piel blanca, tenía
bigote, ojos negros y pelo castaño, aparentaba ser de edad avanzada y cuando me
entregó el barco llevaba puesto un traje negro.
Los
policías comenzaron a buscar al misterioso señor en los archivos como había dicho
el detective.
Luego
de mucha búsqueda, los policías al fin encontraron algo y de inmediato se
comunicaron con el detective para decirle donde vivía el supuesto señor.
El
detective, junto a los policías y Carlos, fueron al lugar donde vive el señor
que le había entregado el barco, al llegar a ese lugar sintieron escalofríos al
ver aquella solitaria y silenciosa casa a las afueras de la ciudad.
Tocaron a la puerta y el misterioso señor
se asomó por ella a ver quiénes eran los inesperados invitados, al verlos le
accede el paso rápidamente con un acogedor saludo.
El
detective, los policías y Carlos comienzan a sospechar que el señor ya sabe a
qué se debía su visita, aun así los policías rápidamente le explican la causa
de su presencia, después de explicarle, el detective comienza a hacerles las
preguntas, la primera es la siguiente:
- ¿Conoce a este señor?
Dijo
el detective mostrando a Carlos, a lo que el señor respondió:
- Lo había visto varios años atrás.
En
ese momento ellos se dieron cuenta de que posiblemente sí podría ser el
misterioso señor que le había regalado el barco a Carlos, así que el detective
le hizo otra pregunta:
- ¿Usted fue a entregarle un barco a este
señor?
Dijo el detective mostrando a Carlos, a lo
que el señor respondió:
- Sí, así es, yo le entregue de regalo un
barco.
El
detective pensó que él podría saber quiénes eran los antiguos dueños del barco,
a lo que le preguntó:
- ¿Sabes a quién le perteneció el
barco?
Y
el señor le respondió:
- El barco le pertenecía a los hermanos Suarez
y justo una hora antes de su accidente me lo habían regalado diciendo: Esta es
nuestra creación, cuídalo bien.
Luego
de saber esto vieron que ese señor no tenía nada que ver con los sucesos
extraños del barco, pero el caso aun no estaba terminado, faltaba saber por qué
el barco tiene vida y una manera de pensar humana, el detective le hizo otra
pregunta:
- ¿Sabe dónde están los familiares de
ellos?
A
lo que el señor respondió:
- No lo sé, los hermanos estaban solos
todo el tiempo y solo se tenían él uno al otro.
El
detective le hizo una última pregunta:
- ¿Sabe quién construyó el barco?
Y el señor le respondió:
- Los hermanos Suarez lo construyeron para
así conseguir una mejor vida alejada de las calles.
Los
policías, Carlos y el detective le agradecieron al señor por su tiempo y se
fueron.
Los
policías solo pensaron en una forma para resolver el caso y era buscar otra vez
en los archivos e investigar sobre los parientes de los hermanos Suarez, al
volver al muelle todos conversaron sobre esto y los policías dieron su idea a
lo que el detective accedió diciendo:
- Es una buena idea para así por fin
descubrir la razón de por qué el barco actuaba de esa forma.
Luego
de dos días los policías encontraron a los familiares de los hermanos Suarez y
le contaron todo lo sucedido, pero los familiares no sabían nada de ellos, pues
confesaron, que habían abandonado a los hermanos en ese pueblo y que nunca más
habían vuelto a saber nada de ellos, pero que vivían muy angustiados y que no
se perdonaban el haber dejado esos dos niños a su suerte y que estaban muy
arrepentidos, pero nunca se atrevieron a buscarlos, pues tenían miedo a que
ellos no los perdonaran y por eso no había un día en que no estuvieran tristes.
Entonces los policías pensaron… ‘‘posiblemente
las almas de ellos estén ahora habitando en el barco’’, los policías de
inmediato contactaron al detective.
Cuando
el detective llegó los policías le contaron lo que habían dicho los familiares
de los hermanos Suarez, el detective se quedó fascinado al saber esto ya que
era el comienzo para resolver el caso del barco fantasma.
Luego
de saber que las almas de los hermanos Suarez podían estar habitando el barco,
lo primero que hizo el detective fue contratar a un psíquico, para así
asegurarse de que en verdad era así, luego de mucha búsqueda para encontrar un psíquico
los policías y el detective al fin encontraron a uno.
Los
policías y el detective junto a Carlos le explicaron todo lo sucedido al psíquico,
a lo que él responde:
- Se trata de un caso serio el de ustedes.
A
lo que ellos responden:
- Hemos
estado lidiando con esto varios meses sin obtener resultados ni respuestas a
este problema.
El psíquico al escuchar eso se queda
asombrado, y luego de analizar todo, lo único que dice es:
- Quiero ver el barco.
Carlos de inmediato lo llevo al barco fantasma
para mostrárselo y así por fin encontrar a los turistas y al resto del equipo de
policías.
Cuando
el psíquico ve por primera vez el barco siente una sensación extraña, por lo
cual se va del lugar diciéndoles a los policías, al detective y a Carlos que lo
siguieran para así poder hablar sobre su extraña sensación, luego de estar
alejados del barco el psíquico les comienza a decir lo que percibió, expresándose
de la siguiente forma: ‘‘Este es un caso extraño, en el que lamentablemente
tendré que entrar al barco, para poder hacer contacto con las almas y comenzar
a investigar lo que sucedió’’.
El
detective, los policías y Carlos se alteraron al escuchar eso, a lo que el
detective dice: tendremos que hacerlo, para así saber si es cierto lo que nos
dijo el misterioso señor, los familiares de los hermanos Suarez y si en verdad
existe ese misterioso lugar donde se encuentran los turistas y el resto de los
policías.
Y
así se hizo, todos entraron al barco dejando a algunos policías a fuera por si
pasaba algo extraño. Cuando todos entran al barco, el psíquico comienza a hacer
preguntas y la primera es:
- ¿Hay alguien aquí?
Y
de repente se escucha un ruido, los policías y el detective se aterran… a lo
que el psíquico dice…
- ‘‘¿Qué quieren?’’
A
lo que de repente el barco trata de moverse, pero no puede, por lo que el psíquico
les dice a los policías que se quedaron fuera que desaten el barco y los
policías que se encontraron dentro dijeron:
- No lo hagan
La policía le preguntó al psíquico… por qué
estaba dando esa orden y el psíquico respondió:
- Porque así podre conversar con los fantasmas
del barco y resolver el problema
Los
policías y el detective dijeron:
- Está bien haga su trabajo, y el psíquico
le hizo otra pregunta:
- ¿Podemos hacer algo para ayudarlos?
A lo que se escucho un susurro muy tranquilo
parecido al viento diciendo ‘‘sí’’ los policías y el detective también lo
escucharon, así que el psíquico dijo:
- Llévanos a un lugar donde te podamos
ayudar.
El
barco los llevó a un lugar muy alejado del muelle, por lo que se ve a la
distancia, parece una pequeña isla que parecía desvanecerse así que el barco acelero
ligeramente apareciendo de manera repentina en frente de la isla que se estaba
desvaneciendo, el psíquico sintió la necesidad de bajar del barco y así que lo
hizo.
El psíquico
sintió que algo lo llamaba o más bien alguien, mientras el psíquico se alejaba
del barco, el detective y los policías bajaban para seguirlo, al alejarse mucho
del barco, este decide irse, el detective no se preocupa mucho por eso, pero
los policías sí.
Después
de un tiempo llegan a un lugar donde están todos los turistas y los demás
policías, estaban igual como lo habían descrito los primeros policías que
llegaron, luego de ver esa escena tan espectacular, la psíquica pregunta:
- ¿Por qué esta toda esta gente aquí?
A lo que los fantasmas responden:
- Porque era de la única manera de poder seguir
utilizando el barco para traer más personas y así hacer que vinieran.
El
psíquico dijo…
- ¿Cómo es eso posible?
A
lo que los fantasmas respondieron:
- Usábamos parte de su alma para hacer que
el barco actuara de esa manera y guiarlos hacia aquí.
Ahora
todo está resuelto, dijo el detective, luego dijo el psíquico:
- ¿En qué podemos ayudarlos?
A lo
que los fantasmas responden:
- Nos pueden ayudar diciéndoles a nuestros
familiares que los perdonamos.
A
lo que el detective dice:
- ¿Por qué les diríamos eso?
A
lo que los fantasmas responden:
- Porque a ellos se debe que nuestras
almas aun siguen aquí, por no haber estado con nosotros en aquellos tiempos y
por haberse olvidado de nosotros… los perdonamos.
Al
oír estas palabras el detective, los policías y el psíquico se quedaron
conmovidos al ver que ellos no les querían hacer daño, sino que querían
hacerles saber a su familia que no importaba lo que ellos les hicieron, ni lo
que había pasado y que solo importaba lo que pasaría después de ese momento, el
psíquico les pregunto:
- ¿Pueden regresar a estas personas como
estaban antes?
A
lo que los fantasmas responden:
- ¡claro que sí!
Entonces
repentinamente aparece el barco sin ningún conductor y los fantasmas dicen:
- Este barco los ayudara, gracias.
Y
luego de que los fantasmas dijeron eso desaparecieron dejando a todas las
personas a la normalidad, cuando regresaron todos al muelle Carlos les
pregunto…
- ¿Qué pasó? ¿Por qué esa cara de
sorpresa?
A lo que el detective casi sin palabras dijo:
todo estará bien a partir de ahora, los policías y el detective cumplieron con
lo prometido al decirle a los familiares de los hermanos Suarez, que ellos los
perdonaban, los perdonaban por no haber estado con ellos en aquellos tiempos tan
difíciles y los perdonaban por haberse olvidado de ellos.
Los familiares de ellos apenados le agradecen por haber perdonado sus
malas acciones, por no olvidarse de ellos, aunque ellos si se olvidaron de esos
hermanos tan importantes y bondadosos.
Luego de esto el barco no volvió a desaparecer mas y lo visitaban
turistas de todos los lugares, la historia se expandió por todo el mundo y si
que este barco cambio la vida de aquellos hermanos pues hasta ahora son
recordados por todos.
Fin
Escrito por Ashley Michel Jiménez
Nada
nos producía más placer que oír las historias del abuelo, aunque repetidas
decenas de veces, el viejo le ponía una gracia tan especial que pareciera como
si las hubiésemos oído por primera vez, siempre le hallábamos sentido a
escucharlas, nada importaba la frecuencia.
Por
eso, cada vez que nos sentíamos aburridos o sin nada que hacer, mis primos y yo
solíamos visitar a nuestro abuelo Toñito, allí jugábamos a los pellizcos
sutiles en los cachetes, mejillas y nariz, además nos divertíamos peinando su
cabello de nieve, lavándoles los pies en la vieja terina de aluminio que él
había destinado para tales fines, y depilándoles los bellos de la nariz y las
orejas que le crecían a borbotones.
El
abuelo se las agenciaba para colectar frutas que nos obsequiaba con cariño
desmedido y que nos hacia apartar de forma continua espacios para el deleite
que representaba compartir con él por lo menos varias veces al mes.
Fue
mi primo Luisito, quien solicitó al abuelo que le contara de nuevo la historia
de las literas en la época en que él era un mozalbete, pues siempre recordaba
aquel estrellón que se dió en la mata de naranja del patio y que nadie apareció
para llevarlo al centro de salud más
cercano, siendo necesario ponerle remedios caseros en las fracturas de las costillas de su
costado derecho.
El
viejo escuchó con atención la petición
del primo, inhaló una fuerte bocanada de humo de su cigarrillo negrito, que
eran los que fumaba, el abuelo siempre solía justificar la marca, diciendo que
estos tenía un dulcito en uno de sus extremos, se hamaqueó repetidamente en su
clásica mecedora de roble tejida de cogollo de palma y se dispuso a responder
la inquietud de su nieto.
_Como tú comprenderás mi hijo, Adujo el
abuelo.
_La principal y más efectiva forma de llevar
los enfermos hasta los lugares donde podían ser curados, eran las literas,
estas eran unas camillas improvisadas con dos palos resistentes y perfectamente
ataviados por un lienzo de Macario o fuerte azul que permitiera mantener en
vilo al enfermo o enferma.
Este medio de transporte era tan efectivo
como obligatorio por diferentes razones, en
primer rango estaba el deterioro de los caminos para poder desplazarse
con agilidad, escases de vehículos, épocas de lluvias continuas en las que los
caminos ya deteriorados, se ponían
intransitables hasta para los animales, imagínense que además los enfermos no se podían montar
en caballos.
Estaríamos hablando de la época del
centenario de la República Dominicana, entre los años de 1944 y 1946, cuando
decimos lugares donde podrían ser
curados, lo decimos porque los médicos y hospitales para esa época eran extremadamente
escasos y había que desplazarse decenas de kilómetros con un moribundo o una
parturienta a cuesta, para evitar que murieran a causa de enfermedades poco
peligrosas, por el solo hecho de no tener a manos medicamentos que le sanaran
sus dolencias y había que salir a aventurarse con ellos ya que como dice el
dicho mientras el alma esta en cuerpo hay que hacer diligencias.
En la comunidad de la higüera, había cuatro hombres que
siempre estaban dispuestos a salir corriendo litera en mano cual ambulancia
humana e improvisada, para tratar de salvar una vida o traer al mundo una nueva
criatura.
Esos cuatro trinquetes eran, Eulalio, un
joven de unos 25 a treinta años, de
excelentes manos y mejores piernas, era un muchacho crudo, con una fuerza y una
resistencia descomunal, Quico, que a su vez era uno de los hombres con más fuerza que mis ojos hayan visto, a
veces la gente comentaba que Quico Sabia la Oración de la fuerza, pues este
hacia unas demostraciones que dejaba a todos con la boca abierta, hacían pareja
en la parte delantera de la litera.
Teodoro y Erasmito, no tan fuertes como los
dos anteriores, pero te puedo asegurar que sus bríos y fortalezas estaban por
encima del promedio de todos los hombres que residían en la comunidad, a estos
titanes los vi recorrer kilómetros cargando literas de todas índoles y tamaños,
desde niños hasta ancianos, sumado a esa larga lista de beneficiarios, decenas
de mujeres embarazadas y parturientas que estos colosos cargaron para salvar la
vida a algunos y traer al mundo a otros, en fin
todo el que necesitaba ser llevado en litera apelaba a la destrezas y
fortalezas de estos cuatro héroes.
Nunca faltaba quien se sumara a estas
procesiones como personal de apoyo, ya
sea para cargar con algunas utilerías como lámparas humeadoras, jacho de gas kerosene
o algunos de los escasos medicamentos, mentiolate trementina y calibo late, vimas de suelda con
suelda, anamú y tuna triturada, además de vendas con naranja agria asada,
mentol, pomada de vaca y sebo de flande,
que sirvieran para evitar cualquier contratiempo que se pudiera presentar con los pacientes en
el trayecto.
_Te cuento que una tardecita cuando venía del
trabajo y pasaba como de costumbre por el trillo que conduce cerca del rancho
de don Olmedo, oí desde dentro unos quejidos que me preocuparon y trate a toda
costa de investigar de que se trataba, al mirar por una de las hendijas del
bohío pude ver claramente como don Neno (apodo con el que todos le llamábamos
en la comarca) se revolcaba en el suelo
en convulsión, de inmediato comprendí que algo no andaba bien con el viejo, al verlo tirado me dije para sí que
tenía que buscar ayuda y evitar que se agravara la salud de nuestro amigo, en
lo primero que pensé fue en socorrerlo y darle los primeros auxilios, pero al
llamarlo varias veces y no responderme, salí corriendo tras la búsqueda de
nuestros héroes anónimos del barrio para
que lo llevaran a un lugar donde pudiera ser atendido y así evitar que se nos muriera uno de los pilares de la comunidad que dicho sea de paso
ya estaba bastante entrado en edad y aun así se mantenía solo viviendo en su
vetusta casa de madera de palma y techada de zinc, atendiendo sus predios
agrícolas para subsistir con lo que producía a puro pulso en sus terrenos,
mismos que había comprado al llegar de su natal San Juan de la Maguana hace
poco mas de 45 años, tiempo que lo habían convertido en uno de los viejos
robles, respetado y querido por todos los comunitarios, pues su trato afable le
había granjeado la excelente relación
que tenia con el vecindario.
No fue trabajoso para mi salir en busca de
nuestros cuatros colosos camilleros para
organizar la litera que llevaría a don Olmedo hasta el centro asistencial más
cercano donde le prestarían las atenciones de lugar y así tratar de evitar que
falleciera sin que hiciéramos el intento de curarle sus dolencias, solo bastó
con decirle a Felicito el niño de los mandados del barrio para que le avisara a
los litereros que tenían la encomienda de llevar a nuestro amigo Neno al
hospital más cercano que de por si estaba a diez y seis kilómetros de
distancia, esto así surcando caminos no apto para seres humanos.
Felicito; un jovencito de escasos 12 años,
pero diligente como él solo, no tardó ni veinte minutos para encontrar a los
hombres que se encargarían de llevar al paciente dónde se le atendería
correctamente sus dolencias.
Los camilleros habían sido convocados, todo
está listo para el viaje, ya se habían puesto de acuerdo, cuál de los trayectos seguir para hacer la
travesía menos traumática y difícil tanto para ellos como para el moribundo que
conforme avanzaba el tiempo seguía empeorando, tomando como referencia que no
tenían mucho tiempo porque el paciente podría agravar en cualquier momento, mas
desconociendo la gravedad del asunto, los litereros ya habían coincididos de
que viajarían por el trillo de Joaquina, bordeando el rio Santa fe hasta salir
a los almácigos, el camino no es el mejor pero con un poco de suerte ganarían
algunos minutos de ventaja ante las demás opciones de desplazamientos así
evitar sucediera lo peor con nuestro amigo.
Todos se dispusieron a partir, cada quien
echó manos a su extremo en la litera y empezaron a andar en pos de salvar una
vida, en esta ocasión, a parte de los cuatro cargadores también iban en la
travesía unas seis personas más para fortalecerla y tratar de llegar lo antes
posible a un lugar que le devolviera la salud del viejo Neno.
El cielo se había encapotado, como
presagiando tormenta, con truenos y relámpagos de esos que acostumbran al caer
en los meses de mayo y junio en el país, en donde los caminos se deterioraban
de forma tal que era imposible transitar, sin
poner en riesgo la vida misma en cada caminata.
No bien saliendo de la casa del viejo, empezó
a caer lluvia, razones por la cual tuvieron que arropar al paciente con una
lona plástica para evitar que este se mojara y agravara su estado de salud.
El
viejo no había balbuceado una
sola palabra en todo el trayecto, los litereros se habían turnado en varias
ocasiones con los demás acompañantes, el camino se tornaba intransitable y eso
había agudizado la situación, aun así, todo iba más o menos bien bordeando el
rio y caminando entre los framboyanes de
la finca de don Catalino, al llegar hasta el cruce de la Gina, todo parecía muy
normal, únicamente la lluvia que había empapado a todos de pies a cabeza y la
dificultad para avanzar con la rapidez que deseaban hacerlo.
Serian
más o menos las seis treinta de la tarde, pero las condiciones del clima hacia
aparentar que era más tarde, las lluvias habían aumentado su intensidad y el
camino se hacía aun más dificultoso para avanzar, uno de los convidados cantaba
alegremente una vieja canción de monte adentro, si yo vía sabía que ibas a
llover vía cortao una yagua que yo vide ayei, ae mate ua ei, el canto no
permitía que se escucharan los bramidos de un animal, que pasaban desapercibido
por el ruido que hacia las gotas copiosas de lluvias al caer sobre las hojas de
los arboles que bordea el camino y las canción que entonaba a duras penas uno
de los acompañantes de la travesía, la oscuridad no permitía identificar si los
bramidos eran de una vaca o de un toro, lo que sí pudieron ver con claridad
meridiana fueron sus filosos cuernos de al menos veinte pulgadas de largo y con
una punta que semejaban dos alfileres, los resoplidos de la bestia no le dio mucho tiempo para pensar en qué
hacer, se de inmediato se percataron, que todos estaban en peligro de muerte
con el salvaje animal que había salido como de la nada y amenazaba con
abalanzarse contra ellos en cualquier momento, ya los seis acompañantes se habían
encaramados en los arboles más
cercanos que había en los alrededores, cuando los cuatro camilleros de turnos
se dieron cuenta que estaban solos y que
el animal no desistía de sus intenciones de atacarlos ferozmente,
soltaron de golpe al moribundo dejándole caer en medio de un charco de agua
enlodada y echando a correr despavoridamente en todas direcciones, tratando de
evitar ser atacados por el animal que ya
corría tras ellos con la finalidad de alcanzarlo para agredirlos con sus
filosos cuernos.
Quien iba a decir que esos hombres con tanta
fuerza y disposición para cuidar y proteger a sus pacientes, tuvieran que
correr asustados como corderitos, por
miedo a ser atacados por un
animal cuya procedencia se desconoce y dejándoles a todos atónitos, mientras el
moribundo que no había pronunciado una sola palabra en todo el trayecto, al
verse en el suelo en medio de un charco de agua con lodo hasta entre los ojos,
sin poder ponerse de pies solo atinó a decir.
_Que buen estilo de cargar Litera…
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